Un carguero inglés navegaba al oeste de Galicia, frente a la «Costa da Morte», en la oscura noche del 27 de diciembre de 1939, cuando un fuerte viento enfureció las olas que lo empujaron hacia los acantilados para hundirlo algo más al norte del «Petón do Mar de Fora». A bordo, como extraños pasajeros, un matrimonio de mediana edad que huye de su país con su hijo de solo unos meses de vida, y que sería el único superviviente rescatado del naufragio.

Manuel, un pescador de Corcubión, y su esposa Julia adoptaron al pequeño y le dieron el nombre de Marcelo. Durante cuarenta años, Marcelo recorrió los caminos junto a su vida sin saber quién es, dónde ha nacido y quiénes fueron los padres que le dieron la vida.

Cuando sus posibilidades se lo permitieron, quiso conocer su identidad, y la sorpresa no podía ser más inesperada ni más conveniente para ejercer su elevado sentido altruista.

El autor ha creado una vida que bien podría ser real, una historia apasionante que el personaje vive a cada paso que da por los caminos intrincados que sus circunstancias le van proponiendo, no sin advertirle que detrás de cada recodo podrá encontrar la felicidad, pero también la amargura.